El análisis discursivo interacciona muchas cosas que le permiten esbozar el sentido del texto, su conformidad y experiencia a nivel general nos posibilitan para dar a entender nuestras ideas y así mismo comprender la lucidez con el que los autores nos infieren su conocimiento. Como médicos esta tarea es aun mas difícil debido a que no solo debemos percatarnos de nuestro papel en una sociedad cada vez mas cambiante y transgresora del habito lector, perdido por el coloquialismo sin bases y digo sin bases porque van mas allá de la cultura en sociedad; ya la pereza mental de las personas alcanzas sus niveles mas altos son analfabetas no porque no sepan leer, sino porque no quieren.
El habito lector es una de las bases para saber leer, esto nos permitirá comprender, apropiarnos de una información y poner en practica este tipo de análisis; todo esto se da, porque nos posibilita para diferenciar la entonación del locutor, su punto de vista y los fundamentos a los que se hizo acreedor para transmitirlos a su forma de ver la vida, que si sabemos aplicarlos se convertirán en los pilares que nos induzcan a apropiar ese conocimiento para emplearlo mas adelante en nuestra propia concepción de la vida. El papel del medico se debe ver ampliado, no solo quedarnos con lo que se nos da; es proyectar hasta donde sea posible el rol de cada texto, lo que solo se lograra si aprendemos a ampliar conceptos, nuestros cimientos de la comunicación.
Como ya sabemos el diccionario de latinoamericanismos, es quizás el mas complejo no solo por los interminables sinónimos de las palabras, también por los coloquialismos y acrónimos; que hemos venido utilizando, por eso es que debemos asumir una posición critica, responsable de decodificar la intencionalidad del autor por medio de sus expresiones, que de acuerdo al grado de cultura así mismo se volverán mas completas, quizás con una doble interpretación, que debemos asimilar para el texto en si. El papel del médico se debe ver agrupado en todo esto para que nos permita entender mejor no solo al texto escrito, sino la palabra en general indispensable para nuestro trabajo con las personas y nuestro entendimiento en general.
MARTINEZ M. C. (2001) Análisis del discurso y práctica pedagógica. Barcelona-Buenos Aires, Editorial Homo Sapiens.
DUCROT O. (1984) El decir y lo dicho. Buenos Aires. Editorial Edicial.